El presidente de la CCMA, Brauli Duart, ofreció ayer hacer informativos en desconexión para el País Valenciano mientras las nuevas autoridades no reabren Canal 9. Se trata de una medida de urgencia para llenar el vacío actual, pero que tiene al horizonte un objetivo mucho más ambicioso: construir un espacio de comunicación audiovisual propio que abrace todos los territorios de lengua catalana. Este anhelo no se ha llegado a cumplir nunca debido a la interferencia política. Ha pasado, sobre todo, con el País Valenciano, donde los sucesivos gobiernos del PP acabaron prohibiendo las emisiones de Tv3 y Catalunya Ràdio, pero también con las Baleares, donde el ejecutivo de José Ramón Bauzá privó sus conciudadanos de ver el 3/24 y el Super3.
El resultado electoral del pasado 24 de mayo abre, pero, un escenario completamente nuevo. El nuevo gobierno valenciano, previsiblemente una coalición de izquierdas con una fuerte presencia de Compromiso, tiene la intención de reabrir Canal 9 porque los valencianos puedan recuperar la televisión y la radio públicas en valenciano que nunca habrían tenido que perder. A partir de este momento se podría hacer realidad el viejo objetivo de la reciprocidad, es decir, que igual que al País Valenciano y las Baleares se ha podido ver durante muchos años Tv3 y Catalunya Ràdio, en el Principado se puedan ver los medios públicos valencianos y baleares.
El objetivo final, pero, tiene que ser aquello que ya fue teoritzat hace muchos años por Josep Gifreu, catedrático de teoría de la comunicación y profesor de la UPF: crear un espacio comunicativo propio para el catalán donde los contenidos circulen sin trabas entre los diferentes territorios y se puedan crear sinergias de colaboración y enriquecimiento cultural mutuo.
Es obvio que uno de los efectos del estado autonómico ha sido crear unas fronteras administrativas artificiales que han dificultado el intercambio de contenidos en todas aquellas lenguas que no eran el castellano, hasta llegar al absurdo que un ciudadano de #Gandia puede ver Al-Jazira pero no Tv3. El momento actual, con la eclosión de internet y las redes sociales, obliga a repensar cuál es la mejor estrategia para superar estas trabas y aprovechar una oportunidad que se adivina histórica.