El maridaje de vinos es, en términos generales, la combinación natural entre una comida y el vino que más se adapte recíprocamente con esta.
El concepto del maridaje. Generalidades
Si bien es cierto que el maridaje más común se da entre los vinos y las comidas, también es verdad que, en términos de la gastronomía, el maridaje, en un sentido más amplio, se puede dar entre todo tipo de comidas y bebidas. Una de las mejores empresas de maridaje de vinos Taca de Vi, ofrece unos cursos sorprendentes sobre este tema.
Pero, circunscribiéndonos al tema específico que nos ocupa, esto es, al maridaje de vinos, digamos que la bebida correcta (el vino indicado) hace que la comida sea más deliciosa, y viceversa.
Así, por ejemplo, pretender cenar con un plato de sólo vegetales frescos, con un vino tinto, no será la mejor elección, dado que ni el vino, ni la cena, nos resultarán todo lo deliciosos que queremos para nosotros, nuestra familia y los eventuales invitados.
Encontrar la pareja perfecta (tal y como sucede con las relaciones afectivas) puede resultar un tanto complicado al principio. Pero, con un poco de investigación y práctica, veremos cómo, casi siempre, acertaremos.
Cada que empecemos a visualizar y a pensar en una receta, es conveniente realizar un ejercicio que consiste, palabras más palabras menos, en acudir a la memoria sensorial para determinar cuáles son las mejores combinaciones de los ingredientes de la comida y/o la cena, con el vino.
Aclaremos, de paso, que el maridaje no se aplica, tan sólo, a los platos gourmet. Los platillos un tanto sencillos, como podrían ser, por ejemplo, una carne de res asada al carbón acompañada de vegetales frescos, también pueden (o “deben”) ser combinados con exquisitos vinos.
Consideraciones fundamentales sobre el maridaje de vinos con comidas
Conceptos como “armonía”, “similitud”, “contraste”, “sabor” y “consistencia”, son fundamentales en este tema.
Vamos a plasmar unas ideas que, valga decirlo, son sólo orientadoras, dado que existen armonías y combinaciones de vinos y comidas perfectamente viables y que pueden no estar acordes con estas normas fundamentales que vamos a sugerir más adelante.
Vayamos anotando, de momento, que el maridaje de vinos y comidas es todo un arte, verdaderamente, por más que algunos (que no conocen del tema) lo consideren como algo de menor importancia y hasta “una práctica refinada sin sentido”.
Pero, aun siendo un arte, si se siguen algunas recomendaciones (no inflexibles, insistimos) en lo que respecta a la armonía, la similitud, el contraste, el sabor y la consistencia, no será complicado encontrar el vino indicado para un plato específico.
Veamos, ahora sí, algunos de los maridajes más recomendados y, si se quiere, estandarizados en todo el mundo:
–Maridar vinos blancos con pescados y mariscos.
–Maridar vinos tintos con carnes rojas.
–Beber vinos blancos antes que los vinos tintos.
–Beber vino seco antes que el dulce.
–Beber vino joven antes que los añejos.
–Maridar el cuerpo y las características del vino, con la comida, sea cual sea esta.
–Combinar la riqueza e intensidad del vino con la riqueza e intensidad de la comida.
–Maridar la acidez de la comida con la acidez del vino. Todas las comidas, por suaves que sean, tienen un grado de acidez que es necesario detectar.
–Maridar el sabor dulce de los vinos con el sabor dulce de las comidas, como frutas, miel, almendras y otros frutos secos.
Concluyendo de momento, anotemos que el maridaje de vinos es un arte que no es difícil de aprender siempre y cuando, eso sí, se sigan algunas recomendaciones como las que acabamos de plasmar en la presente publicación.n.